sábado, 18 de febrero de 2017

Lengua Blanca

Sentir la lengua como pastosa, con una tonalidad blanca y con un extraño sabor, es algo muy común en nuestro día a día. Pero también es signo de que hay algo que hemos de cuidar en nuestro organismo: tal vez no te estés alimentando bien o tengas un problema estomacal.


Una de las causas más comunes de la lengua blanca es que la limpieza de la boca no se está llevando a cabo correctamente. Y es que además de cepillar los dientes regularmente, también es necesario limpiar a consciencia este órgano móvil que tantas bacterias puede acumular. 

Del mismo modo, es posible que la lengua blanca se produzca a raíz de una candidiasis bucal, es decir, una infección de las mucosas causada por el hongo Candida albicans.
El tabaco es también otro de los factores que puede causar la lengua blanca, de modo que las personas fumadoras serán más propensas a padecer esta condición.


Es algo muy común, siendo esa lengua blanca y espesa uno de los primeros síntomas. Pero además, deberás observar otros efectos ¿sientes tu vientre hinchado? ¿tienes aires, dolor estomacal, náuseas,  tienes pocas ganas de comer? Estos suelen ser los otro síntomas asociados a esa inflamación de las paredes de nuestro estómago y que, conocemos normalmente como gastritis.


Habitualmente, la lengua blanca o amarillenta, casi siempre es causa de o bien un problema digestivo, mala higiene bucal, o, en último caso, la necesidad de depurar nuestro hígado. Veamos que otros síntomas hemos de tener en cuenta para asociarlo a un problema de este órgano.
  • Pocas ganas de comer, con unas digestiones muy pesadas.
  • Dolor de cabeza
  • Boca pastosa, con sabor amargo
  • Vientre inflamado
  • Gases
  • Cutis grasoso, con granitos.
  • Náuseas y vértigo
  • Estreñimiento
  • Dolor en la nuca
  • Calambres y mala circulación
  • Fatiga muscular
Consejos cada vez que sintamos mal sabor de boca o nos veamos la lengua blanca:
  • Consumir una vez al día un yogur blanco fermentado sin azúcar. Esto mantiene el equilibrio de nuestras bacterias buenas tanto de la lengua como del intestino, sirviéndonos además para elevar las defensas.
  • Empieza la mañana bebiendo un vaso de jugo de limón, junto a media cucharadita de bicarbonato. Nos ayudará a limpiar nuestro organismo, a depurar y a elevar nuestras defensas.
  • Intenta consumir vegetales crudos en tus ensaladas: espinacas, tomates, lechugas, rabanitos, pimientos cortados a trocitos pequeños, cebollas…
  • Eleva tu consumo de líquidos. Agua, jugos naturales: los jugos de arándanos son depurativos y cuidan de nuestro sistema digestivo, así como los de zanahoria y betabel, o de manzanas.
  • Eleva también tu consumo de frutas: naranjas mandarinas, y sobre todo, piñas y papayas. Disponen de una dosis elevada de vitamina C, son digestivas y nos ayudan a ir eliminando toxinas.
  • Recuerda también que, cuando te cepilles los dientes, es conveniente hacer lo mismo con nuestra lengua. También puedes ayudarte con los enjuagues que llevan una dosis de alcohol.

domingo, 8 de enero de 2017

¿A qué se deben los calambres?

Los calambres musculares son contracciones que no podemos moderar con nuestra voluntad, que causan dolor, y pueden originarse por múltiples causas, entre ellas, por excesivo trabajo de un músculo que produce agotamiento, por calor, por afecciones nerviosas o, por causas menos atendidas tales como los calambres por carencias nutricionales.
Los calambres por déficit de nutrientes se originan porque existe un desequilibrio electrolítico que puede deberse su pérdida excesiva, por ejemplo en la sudoración, o porque faltan determinadas vitaminas que fortalecen y mantienen la estructura muscular en condiciones.

Los principales minerales involucrados en el desarrollo de un calambre son el sodio, el magnesio, el calcio y el potasio. En cuanto a éste último, cuando existe una hipokalemia (disminución en la concentración de potasio en sangre), se produce una contracción involuntaria de los músculos y aquí se presentan los dolorosos calambres.
El motivo principal por el que la deficiencia de potasio causa un calambre, se debe a las alteraciones en los potenciales eléctricos de membrana, que no logran establecer un equilibrio adecuado para determinar el reposo o la acción.
El calcio interviene en la transmisión del impulso nervioso que posteriormente produce la contracción muscular, por ello, un déficit de este mineral puede causar la ausencia de relajación del músculo y producir un calambre.
De manera similar sucede con el magnesio, el cual debe mantenerse en correcto equilibrio con el calcio, el sodio y el potasio para que el sistema neuromuscular funcione adecuadamente y se relaje cuando sea necesario para evitar los tan temidos calambres.
El sodio también participa enormemente en la determinación de los potenciales de membrana, por lo tanto una hiponatremia causada por pérdidas excesivas de sodio por sudor puede originar dolores musculares e incluso, llegar a un calambre.
Respecto a las vitaminas, éstas contribuyen a prevenir las situaciones de fatiga y agotamiento que pueden causar un calambre, por ello, no debemos olvidar la inclusión, en el marco de una dieta variada, de vitamina B1 y B3 que participan en el metabolismo de los nutrientes ofreciendo combustible energético a nuestro cuerpo para cada movimiento.
Además, la vitamina D contribuye a la homeostasis del calcio, por lo que no puede estar ausente al igual que la vitamina C por su fuerte acción antioxidante.
Si bien existen múltiples factores metabólicos, así como enfermedades u otras alteraciones que pueden causar un déficit de vitaminas o minerales, siempre es recomendable llevar una dieta equilibrada que incluya variedad de nutrientes al igual que una correcta hidratación y períodos de descansos adecuados que reduzcan las posibilidades de desarrollar calambres.